Una de las preguntas más frecuentes entre las mamás y papás de hoy en día, preocupados por sus bebés, es sobre los diferentes tipos de prendas infantiles y a partir de qué mes utilizar cada una de ellas en nuestros pequeños.
Si está embarazada o has dado a luz recientemente, puedes estar algo confusa con la cantidad de opciones que existen.
Por eso, hoy te traemos una guía rápida sobre si es mejor usar una muselina o un cocoliso para tu bebé. Esperamos que te ayude a entender las diferencias y cuándo necesitas cada una de estas opciones.
¿Qué le ropa le pongo a mi bebé para dormir?
A estas alturas, ya habrás descubierto que existen muchísimas prendas de ropa para dormir bebés en el mercado.
Seguro que hablando con otras mamás te habrán dicho que los cocolisos son imprescindibles los primeros meses del bebé y, a la vez, otras te contarán que las muselinas son perfectas por lo seguras que son.
¡Así que vamos a ver qué opción es mejor para dormir a tu bebé!
¿Qué son las muselinas para bebés?
Las muselinas son el tipo de manta para bebés más seguro que existe en la actualidad. Se inventaron hace miles de años y aún hoy día son una herramienta indispensable en los hospitales.
Están elaborados de forma que el aire fluye a través de sus fibras incluso cuando tu bebé se cubre la cara con el, permitiendo que siempre pueda respirar de forma segura.
Además, por este mismo motivo, son muy utiles para mantener a nuestros bebés frescos en verano y calentitos en los meses de más frio.
Podrás encontrar muselinas en diferentes tamaños, según las necesites para carricoche o cuna.
¿Cuándo se puede utilizar muselina para bebés?
Como te decíamos, son muy recurridas en los hospitales para usarse desde el nacimiento del bebé, por lo que siempre es recomendable llevar alguna en nuestra bolsa de nacimiento.
De esta forma, tendrás una mantita lista para poder llevar a tu bebé calentito a casa.
Son ideales para utilizarlas en casa durantes las siestas diurnas de los bebés más mayores que ya duermen tranquilos.
También se pueden utilizar para envolver al bebé en los meses más fríos y que siempre estén cómodos y calentitos.
Es decir, que podrás usar las muselinas desde el nacimiento de tu bebé hasta que crezca y ya no necesite usarla más. ¡Puede que incluso nunca quiera deshacerse de su mantita favorita!
Cocolisos para bebés
En una entrada anterior ya hablamos sobre qué son los cocolisos para bebés. Por eso ahora pasamos directamente a ver cuando utilizarlos.
Los cocolisos para bebés son muy populares y usados de forma recurrente por la gran mayoría de mamás y papás en España debido a su comodidad para ambos, el bebé y los padres.
Al igual que las muselinas, también se pueden usar desde el nacimiento, pero en esta ocasión tendremos que prestar especial atención al peso del bebé que indiquen los fabricantes del cocoliso. Esto es algo muy importante, ya que el peso indica a partir de cuando podemos utilizar el cocoliso en nuestro bebé.
Además, muchas madres también prefieren hacer una introducción paso a paso al cocoliso, envolviendo al bebé durante un tiempo y, cuando ya está acostumbrado a dormir así, cambian al cocoliso.
Los cocolisos para bebés son muy seguros para nuestros bebés, ya que no hay peligro de que el se tape la cara.
Una ventaja especial es que se estarán a una temperatura ideal durante toda la noche y, a diferencia de la muselina, no se enredará en los barrotes de la cuna.
Si tu casa es calentita, siempre podrás utilizar el cocoliso únicamente para las noches, utilizando una muselina para las siestas de tu pequeño.
¿Qué son los sacos para bebés?
Un saco de dormir para bebés, es una especie de mini sacos en los que introducir a nuestro bebé para que duerma.
Se diferencian de los cocolisos en que son únicamente para dormir, mientras que un cocoliso puede usarse por un bebé de normal incluso estando despierto. Más como ropa.
Es una opción ideal para que tu bebé esté calentito sin tener que llevar encima una mantita.
Como las anteriores, los sacos para bebés también son de algodón y tienen una cremallera frontal o broches de presión para poder introducir al pequeño.
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