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Los resfriados y la tos son frecuentes en los niños pequeños.

Exponerse a los gérmenes y luchar contra ellos ayuda a los niños a desarrollar su sistema inmunitario.

Ayudar a tu hijo a sentirse cómodo y a controlar sus síntomas puede ayudarle a obtener el descanso que necesita para recuperarse y recuperar sus ganas de comer y jugar.

Una tos normal puede durar hasta dos semanas. Muchas toses se deben a virus comunes que no tienen cura.

A menos que la tos sea extrema o venga acompañada de otros síntomas graves, la mejor solución es ofrecer remedios caseros para la tos en bebés.

El tratamiento de la tos debe tener como objetivo mantener al niño hidratado, relajado y durmiendo bien. No es importante intentar detener la tos en sí de golpe.

 

4 remedios caseros contra la tos en bebés

 

Presta atención al sonido de la tos de tu hijo para ayudarte a elegir el mejor remedio casero y para que puedas explicárselo correctamente a un médico.

Algunos ejemplos serían:

  • Tos profunda que sale del pecho. Es probable que se deba a mucosidad en las vías respiratorias del pequeño.
  • Tos apretada procedente de la parte superior de la garganta. Puede deberse a una infección e inflamación alrededor de la laringe.
  • Tos leve con inhalación. Podría deberse a un goteo post-nasal de la parte posterior de la garganta de tu bebé.

Algunos remedios caseros para la tos de tu bebé serían:

1. Utiliza gotas nasales salinas

Puedes comprar estas gotas nasales sin receta en una farmacia. Utilizadas con una jeringuilla nasal o sonándose la nariz, las gotas salinas pueden ablandar la mucosidad para ayudar a eliminarla.

Sigue siempre las instrucciones del envase para administrar las gotas nasales de forma segura.

Si le resulta imposible introducir estas gotitas en la nariz de su hijo, sentarlo delante de un recipiente con agua caliente también puede despejar las fosas nasales y ablandar la mucosidad. Esto ayuda a prevenir el goteo postnasal.

Si tu hijo se despierta tosiendo, puedes utilizar gotas salinas antes de acostarse o en mitad de la noche.

En general, las gotas nasales salinas se consideran seguras.

 

2. Dale de beber con regularidad

Es especialmente importante que nuestro pequeño se mantenga hidratado cuando esté malito. El agua ayuda a que el cuerpo pueda defenderse de la enfermedad, manteniendo las vías respiratorias humedas y fuertes.

Cuando rechazan beber la leche o comer como de forma habitual, es posible que sea porque necesita beber más agua. Ofrécele agua, pero no le obligues a beberla.

 

3. Mantén la humedad con un humidificador

Mantener una humedad óptima en casa ayuda a que los bebés puedan respirar mejor, al evitar que se les seque e irrite la garganta.

Eso sí, cuando vayas a comprar un humidificador, intenta elegir siempre un humidificador de vapor frío porque son más seguros para los niños pequeños.

Usa agua destilada o purificada para evitar que se queden restos en tu humidificador cuando lo utilices.

 

4. Abrir una venta si hay aire frio

El frio de la calle es un remedio casero que ayuda a remediar la tos de los más pequeños. Algunos especialistas incluso comentan que es bueno ponerles frente al congelador temporalmente, por las propiedades del aire frio para detener la tos. Siempre durante pocos minutos, por supuesto.